Fotografía para ver, un día del ayer que pudiera ser de hoy. Palencia. Foto Garrabella
Siguiendo con las fotos de la Dirección General de Turismo para entretener la espera observo que, en más de las que parece, falta gente, parecen en realidad hechas en las horas de más sol como para indicar que España, presentada a los turistas, era un paraíso de sol en cualquier lugar.
En esta foto podemos ver las sábanas puestas a secar en la ribera del rio Carrión, todo parece indicar que fue ahí, en la ribera, donde se lavaron. Un árbol en primer lugar sirve para dar profundidad a la foto.
Si bien se adivina alguna nube, la torre, de iglesia pero con almenas que la hacen parecer fortaleza, su sombra , nos indica que estamos en las horas centrales del día.
Sueños de plata. El tiempo y los ritos
pag. 134.
Las sábanas se lavaban dos veces al año
..........Las lavanderas, en mi pueblo, pues, ¿sabes qué costumbre era?, la gente, los más ricos, tres o cuatro que no les quiero nombrar, que no sé cómo no se morían de asco, no se bañaban. Entonces las amontonaban, cogían las sábanas, que a lo mejor las lavaban dos veces al año. Entonces, cogían una o dos mujeres, o tres, las que se ofrecían, y iban al Arlanza con sus sábanas, igual eran diez o doce, o quince sábanas. Pero eso no era todas las semanas, a lo mejor dos veces al año, que entonces no se cambiaban las sábanas como ahora. Y ya, las lavaban, las tendían al sol y tal. [Eso era ] cada pudiente, porque claro, todo el mundo no podía hacer eso. Entones, ya lavadas, se las llevaban, no planchadas pero lavadas allí en el Arlanza; se las llevaban limpias. Se pasaban dos o tres días lavando sábanas, de seis, siete u ocho meses. Y se las llevaban a casa. Y eso no lo hacían todos majo, eran tres o cuatro familias las que [podían permitírselo]”............
Sueños de plata. El tiempo y los ritos
pag. 134.
Las sábanas se lavaban dos veces al año
..........Las lavanderas, en mi pueblo, pues, ¿sabes qué costumbre era?, la gente, los más ricos, tres o cuatro que no les quiero nombrar, que no sé cómo no se morían de asco, no se bañaban. Entonces las amontonaban, cogían las sábanas, que a lo mejor las lavaban dos veces al año. Entonces, cogían una o dos mujeres, o tres, las que se ofrecían, y iban al Arlanza con sus sábanas, igual eran diez o doce, o quince sábanas. Pero eso no era todas las semanas, a lo mejor dos veces al año, que entonces no se cambiaban las sábanas como ahora. Y ya, las lavaban, las tendían al sol y tal. [Eso era ] cada pudiente, porque claro, todo el mundo no podía hacer eso. Entones, ya lavadas, se las llevaban, no planchadas pero lavadas allí en el Arlanza; se las llevaban limpias. Se pasaban dos o tres días lavando sábanas, de seis, siete u ocho meses. Y se las llevaban a casa. Y eso no lo hacían todos majo, eran tres o cuatro familias las que [podían permitírselo]”............
El románico que vio casar al Cid
Iglesia de San Miguel
De
comienzos del siglo XI y finalizada en el siglo XII, destaca en ella su
ábside románico en sus principios y un estilo global románico –
ojival, al igual que su torre calada del siglo XIII, mezcla religiosa y
militar. Considerada lugar en el que se casó el Cid Campeador.
Bajo la torre se encuentra la portada principal,
ya plenamente gótica, con seis arquivoltas y figuras que contrastan con
el altorrelieve románico.
En el interior, tres naves divididas por pilastras que sostienen las bóvedas de crucero
En el interior, tres naves divididas por pilastras que sostienen las bóvedas de crucero
Para entretener. Radio Televisión de Castilla y León