Link:Lady Clementina Hawarden (1822 – 65) was a pioneering and prolific amateur photographer who captured some 800 photographs.Victoria @Albert
..........Lady Hawarden is an enigmatic figure – much of her life remains a mystery.
....Little is known about her Spanish mother, Catalina Paulina Alessandro, an 'exotic beauty' 26 years younger than her husband.
...........Hawarden was absorbed in motherhood, having ten children – two boys and eight girls – and yet she found time to be a prolific photographer. In 1859 the family moved back to London, where Hawarden began to photograph her daughters, first making stereoscopic photographs, before moving to large-format, stand-alone portraits.
..........Her work records the domestic life of an upper-class mid-Victorian woman. While male photographers at that time often set off to explore faraway places, Hawarden had to work close to home. But by creating exquisite images of her adolescent daughters, she staked out new perimeters for art photography.
............Rather than focusing on the faces of her sitters, as her contemporary Julia Margaret Cameron did, Hawarden used the surroundings in the room, as well as backdrops and fabrics, to add to the composition. The figures and dress are the main subject, framed in the room with a careful choice of props, clothing, mirrors, and posture, and often in front of the balcony. The city beyond provides a blurred background.
.........Much has been written about the often provocative poses of Hawarden's
daughters. The Victorians were preoccupied by the idea of sexuality and
adolescence, though there is no evidence that she was deliberately
exploring this controversial topic.
En (google translate)
Lady Hawarden es una figura enigmática; gran parte de su vida sigue siendo un misterio.
Poco se sabe de su madre española, Catalina Paulina Alessandro, una 'belleza exótica' 26 años más joven que su marido.
Hawarden estaba absorta en la maternidad, tenía diez hijos, dos niños y ocho niñas, y sin embargo encontró tiempo para ser una fotógrafa prolífica. En 1859, la familia se mudó de regreso a Londres, donde Hawarden comenzó a fotografiar a sus hijas, primero haciendo fotografías estereoscópicas, antes de pasar a retratos independientes de gran formato.
Su trabajo registra la vida doméstica de una mujer victoriana de clase alta. Mientras que los fotógrafos masculinos de esa época solían salir a explorar lugares lejanos, Hawarden tenía que trabajar cerca de casa. Pero al crear imágenes exquisitas de sus hijas adolescentes, marcó nuevos perímetros para la fotografía artística.
En lugar de centrarse en los rostros de sus modelos, como hizo su contemporánea Julia Margaret Cameron, Hawarden usó el entorno de la habitación, así como los fondos y las telas, para agregar a la composición. Las figuras y la vestimenta son el tema principal, enmarcados en la habitación con una cuidadosa elección de atrezzo, vestimenta, espejos y posturas, y muchas veces frente al balcón. La ciudad más allá proporciona un fondo borroso.
Mucho se ha escrito sobre las poses a menudo provocativas de las hijas de Hawarden. Los victorianos estaban preocupados por la idea de la sexualidad y la adolescencia, aunque no hay evidencia de que ella estuviera explorando deliberadamente este controvertido tema