Fotografia antigua vista de calle. C. 1920. Fotógrafo anónimo. Cuba
Estas fotos fueron compradas en una feria de coleccionismo celebrada en el Mercado Puerta de Toledo. Son gelatino bromuros sobre cartón muy bien conservados.
La primera de las fotos nos muestra una vista casi frontal de un casa situada en una calle tranquila. Al lado de un árbol posa directamente a la cámara un hombre con sombrero.
La segunda de las fotos nos muestra el edificio entero dentro de una vista general en diagonal de la calle con su perspectiva perfectamente marcada por la hilera de árboles. En esta segunda foto el hombre se encuentra situado en la puerta del edificio central.
Desconozco el lugar de la foto, no figura dato alguno al dorso, pero me inclino a pensar que por las terrazas con barandillas sea un pais hispano americano, posiblemente Cuba o Mexico.
Esta foto, posiblemente, sea el recuerdo de un emigrante a su familia de España para mostrarles el éxito de su aventura en la dura emigración.
La foto siguiente, de México nos muestra más de cerca estas terrazas en un visión burguesa, de éxito, dada la alfombra del suelo y los trajes de los presentes
Cuando el emigrante retorna rico,crea grandes mansiones, las llamadas casas de Indianos, que todavía se conservan, en el caso de Asturias en la zona centro y oriental principalmente.
La foto siguiente, de México nos muestra más de cerca estas terrazas en un visión burguesa, de éxito, dada la alfombra del suelo y los trajes de los presentes
Cuando el emigrante retorna rico,crea grandes mansiones, las llamadas casas de Indianos, que todavía se conservan, en el caso de Asturias en la zona centro y oriental principalmente.
Foto casa de Indianos en Ribadesella
Fotografia de la casa de indianos de Somao obra del Arquitecto Manuel del Busto
- Sobre la fotografía y la emigración se puede ver el catálogo de
...........Durante la primera mitad del siglo XIX la emigración transoceánica española no pudo ser muy numerosa, pues la legislación migratoria hasta 1853 fue sumamente restrictiva. Será en la segunda mitad del siglo, sobre todo desde la década de
1880, cuando los países con capacidad exportadora y escasa
población atraerán a miles de emigrantes españoles.
La demanda de mano de obra, unida a la presión demográfica
generalizada en Europa y, particularmente, en los países
poco industrializados del mediterráneo, volcará en ultramar
el excedente de población. La emigración española procedía,
en su mayoría, de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, las
Islas Canarias, Cataluña y Castilla y León.
En cuanto a su destino, de los 3.297.312 españoles
embarcados entre 1882 y 1930, 1.594.882 se dirigieron a
Argentina, 1.118.968 fueron a Cuba, 233.432 partieron
hacia Brasil, 82.350 lo hicieron hacia Uruguay y
267.740 se distribuyeron en otros países del continente
americano......................
.......Tan indispensable como crear obreros útiles es atraer capitales, elementos ambos indispensables a la producción económica, que han de vivir en mutuo pacífico consorcio, ayudándose recíprocamente para que la industria prospere, y cuyos antagonismos, hoy frecuentes por desgracia, perjudican a la par a trabajadores y a capitalistas. El concurso de aquel medio, se alcanzará con la disminución de los impuestos que pesan cobre las clases productoras, con el establecimiento del cambio libre en toda su extensión, que si por una parte mataría la industria artificial que arrastra vida lánguida y miserable a costa del común de la nación, obligaría a los capitales a tomar el rumbo que les marquen las condiciones naturales del territorio: con la apertura de mercados y centros de consumo, mediante las vías de comunicación directas y trasversales: con la imposición de tributos adecuados al comercio de especulación: con la restricción posible del juego de Bolsa, y, en general, con el planteamiento de un sistema político racional y de una buena organización administrativa, que mantenga a la nación en estado de paz y prosperidad, única atmósfera en que pueden vivir las industrias que, florecientes, exigirían de continuo mayor número de brazos, en vez de despacharlos por falta de muchas de las condiciones que indicadas quedan. ........
1880, cuando los países con capacidad exportadora y escasa
población atraerán a miles de emigrantes españoles.
La demanda de mano de obra, unida a la presión demográfica
generalizada en Europa y, particularmente, en los países
poco industrializados del mediterráneo, volcará en ultramar
el excedente de población. La emigración española procedía,
en su mayoría, de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, las
Islas Canarias, Cataluña y Castilla y León.
En cuanto a su destino, de los 3.297.312 españoles
embarcados entre 1882 y 1930, 1.594.882 se dirigieron a
Argentina, 1.118.968 fueron a Cuba, 233.432 partieron
hacia Brasil, 82.350 lo hicieron hacia Uruguay y
267.740 se distribuyeron en otros países del continente
americano......................
- Finalmente y, aún siendo ya largo este post, merece la pena leer un artículo de 1881, plenamente vigente, en muchos aspectos hoy día: Revista de Asturias: La emigración en Asturias
.......Tan indispensable como crear obreros útiles es atraer capitales, elementos ambos indispensables a la producción económica, que han de vivir en mutuo pacífico consorcio, ayudándose recíprocamente para que la industria prospere, y cuyos antagonismos, hoy frecuentes por desgracia, perjudican a la par a trabajadores y a capitalistas. El concurso de aquel medio, se alcanzará con la disminución de los impuestos que pesan cobre las clases productoras, con el establecimiento del cambio libre en toda su extensión, que si por una parte mataría la industria artificial que arrastra vida lánguida y miserable a costa del común de la nación, obligaría a los capitales a tomar el rumbo que les marquen las condiciones naturales del territorio: con la apertura de mercados y centros de consumo, mediante las vías de comunicación directas y trasversales: con la imposición de tributos adecuados al comercio de especulación: con la restricción posible del juego de Bolsa, y, en general, con el planteamiento de un sistema político racional y de una buena organización administrativa, que mantenga a la nación en estado de paz y prosperidad, única atmósfera en que pueden vivir las industrias que, florecientes, exigirían de continuo mayor número de brazos, en vez de despacharlos por falta de muchas de las condiciones que indicadas quedan. ........